
Esta fiesta se celebra en Valle de Cuna, pueblo situado en torno a un kilómetro de distancia de nuestra empresa, cada
27 de Septiembre, dando igual el día en que caiga.
La fiesta, de profundas raíces históricas, combina el fervor religioso con el
aspecto lúdico de las jiras y romerías populares asturianas. Los dos componentes
son hoy por hoy igual de importantes para el desarrollo y éxito de público, así
como piezas indiscutibles en la proyección turística del Valle.

La parte religiosa de la fiesta comienza 9 días antes, el día
18 de septiembre con la novena (a las
18.00 horas), a la cual acuden cientos de devotos de los Santos a pedir salud
para los suyos. No hace tantos años era normal ver a fieles que van andando
descalzos o de rodillas para cumplir su promesa. Durante los 9 días que dura la
novena, las mujeres de Insierto, te esperan en la recta final de la empinada
cuesta con deliciosas "casadielles",
hechas artesanalmente por ellas mismas, para que recuperes las fuerzas después
de la subida.

La fiesta, en su aspecto más lúdico, comienza el
día 26 por la tarde, con los pasacalles
de gaita, tambor y grupos folclóricos para meternos en "ambiente festivo" como
preludio del pregón que da comienzo en torno a las 20.00 horas a cargo de alguna
personalidad vinculada al Valle, y de la imposición de bandas a la Xana y a les
Xanines. Y ya por la noche.. verbena a cargo de alguna orquesta.
Al día siguiente, 27 de
septiembre, día grande, la jornada empieza bien temprano, a las
7.00 de la mañana con la primera misa (a la que acuden cientos de fieles),
después habrá una cada media hora, hasta las 12.00 del mediodía que tiene lugar
la Misa Solemne, y tras ella la Procesión de los Santos alrededor de la
ermita.

Una vez concluida la parte religiosa, comienza, en la parte alta de la campa,
con la tradicional "Puya el Ramu" (en la que se subastan panes de escanda y al
final la tradicional "rosca" rellena de huevos y chorizo), y el Concurso de
"Baile a lo suelto" para profesionales y aficionados, toda la serie de
actividades festivas que se suceden a lo largo del día y parte de la noche, y en
la que la gente más joven continúa de forma natural, año tras año, acudiendo
masivamente a la romería y desbordando con su presencia los prados de la zona.

El
día 28 aún continua la
fiesta, aunque ya de forma mucho más relajada, ya que es el día dedicado a los
más pequeños, por eso le llamamos "los martirinos". Por la tarde tiene lugar
diversas actividades para los peques y luego por la noche la última verbena. A
la media noche tiene lugar el tradicional "tiru cuerda" masculino y femenino (el
juego consiste en equipos de 7 personas que se sitúan a ambos lados de la cuerda
y tiran, y el que arrastre al otro gana) que tiene como premio un cordero y un
"pitu de Caleya" (un pollo de pueblo, de esos que están tan ricos...).
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